Calidad de imágenes en la edición de libros

En todo proyecto editorial, hay que aplicar un tratamiento a las imágenes para garantizar que el resultado visual final sea correcto. Se trata de un tema que puede resultar laborioso porque no todas las imágenes tienen la calidad mínima necesaria para ser incluidas en un libro que se va a imprimir.

Para verificar si una imagen cumple los requisitos mínimos de calidad, hay que tener en cuenta tres factores:

Soporte

Lo primero que tenemos que conocer es si la imagen formará parte de un libro físico o si por el contrario es para un libro electrónico. La impresión en papel supone más exigencia de calidad.

El soporte condiciona el modo de color con el que se va a trabajar. Para publicaciones impresas se trabaja con CMYK (cian, magenta, amarillo y negro). Dicha cuatricromía se basa en la absorción de la luz. Luego, para libros digitales, se emplea el modo de color RGB (rojo, verde, azul) que se fundamenta en la luminosidad de los tres colores.

Para evitar errores de matices en imprenta, se recurre al sistema Pantone que es una guía universal de colores que permite la precisión cromática a través de códigos identificativos.

Píxeles o vectores

El píxel es cada cuadrado que compone la imagen digital. Mientras que los vectores son el resultado de fórmulas matemáticas y entidades geométricas.

El programa diseñado por Adobe para el tratamiento de una imagen en píxeles es Photoshop y para una imagen vectorial se utiliza Illustrator. Las imágenes vectoriales, gracias a su composición, pueden aumentar su tamaño sin que ello suponga un perjuicio visual. No obstante, con las imágenes en píxeles hay que tener más cuidado al ampliar las dimensiones porque podrían perder nitidez.  

Resolución

La resolución necesaria para cada imagen viene determinada en función al soporte para el que está destinada. Se mide en píxeles por pulgada (ppp).

Para la impresión en papel, lo ideal es que la imagen pueda contar con una calidad de 300ppp y para las imágenes digital con 72ppp es suficiente.

Entonces, para saber qué calidad precisa nuestra imagen, tenemos que saber principalmente el tipo de soporte para el que se debe preparar y las dimensiones finales. En función de esto, se estudia el modo de color, si es vectorial o compuesta por píxeles y por último la resolución.

Para comprobar estos parámetros, no se necesita ninguna aplicación ni programa especial. Y según el sistema operativo que usemos, podremos consultar la información siguiendo los siguientes pasos:

  • Hacer click con el botón derecho sobre la imagen.
    1. Windows: seleccionar propiedades en el panel de opciones que se despliega. Ahí podremos comprobar desde nuestro ordenador los detalles del material que disponemos.   
    2. Mac: seleccionar obtener información en el panel de opciones que se despliega.
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